La Comunidad Energética Can Forns permite disfrutar del autoconsumo fotovoltaico sin tener que instalar placas solares

En Caldes de Montbui (Barcelona) funciona desde principios de año la Comunidad Energética Can Forns. Se trata del primer proyecto de autoconsumo compartido de régimen abierto en Cataluña, al que los usuarios pueden sumarse para ahorrar en la factura eléctrica gracias a la energía generada por las placas solares, sin hacer ninguna inversión inicial ni instalar placas solares en sus casas o negocios. Oriol Xalabarder, Consejero Delegado de Electra Caldense Holding, nos explica cómo funciona este modelo pionero en nuestro país, impulsado por una empresa del grupo.

¿En qué consiste la Comunidad Energética Can Forns?

La Comunidad Energética Can Forns es un proyecto de autoconsumo solar fotovoltaico compartido situado en Caldes de Montbui (Vallés Oriental, Barcelona). Hay un conjunto de paneles fotovoltaicos que generan energía, y el consumo de esta electricidad se realiza de forma compartida entre varios usuarios. Por tanto, a partir de una misma instalación de generación solar fotovoltaica, se benefician en régimen de autoconsumo de la energía una serie de usuarios integrados en el marco de una comunidad energética, sin tener que instalar placas solares en el tejado de su hogar o empresa, como es habitual en el autoconsumo.

ELE Oriol Xalabarder

¿Cómo se organiza una comunidad energética de este tipo?

La definición de “comunidad energética” que hace tanto la directiva europea como la legislación nacional es muy abierta. Dejando a un lado algunas limitaciones legales, el funcionamiento propiamente dicho lo definen los acuerdos a los que llegue la comunidad. Lo que sí establece la regulación es cómo deben actuar los agentes, concretamente las empresas distribuidoras y comercializadoras, para trasladar el acuerdo de reparto de la energía hasta los usuarios finales.

El distribuidor realiza las lecturas de generación y demanda de cada uno de los usuarios. Según el reparto que se haya acordado en la comunidad, el distribuidor asigna una parte de la energía generada a cada usuario. La energía facturada al usuario final corresponde a la medida en su casa, menos la asignada por el distribuidor a partir de la generación según el acuerdo de la comunidad.

Es de este diferencial entre la energía consumida y generada de donde sale el ahorro para los usuarios.

¿Cómo surgió la iniciativa de Can Forns? ¿Quiénes son los promotores?

El promotor es el grupo energético Electra Caldense, a través de su marca Elecsum, que es una empresa especializada en la promoción del autoconsumo energético con la voluntad de proporcionar herramientas a las familias y empresas para aprovechar las ventajas de la transición energética.

A partir de nuestra experiencia de más cien años en la producción, distribución y comercialización de energía, nos dimos cuenta de que, en la trama urbana, es difícil realizar proyectos de autoconsumo individual rentables. En cambio, la posibilidad de utilizar superficies de mayor tamaño mediante instalaciones compartidas, y dar acceso a esta planta de producción a otros usuarios dentro de una comunidad energética, es una manera de hacer llegar el autoconsumo a todos.

¿Es el primer proyecto de este tipo en nuestro país o qué lo hace diferente?

Ya existen otros proyectos de autoconsumo colectivo en funcionamiento en nuestro país, pero son pocos y recientes. Lo que hace única a la Comunidad Energética Can Forns es que se trata del primer proyecto basado en una planta de producción privada que da acceso a otros usuarios para que se beneficien de la energía generada. Este modelo abierto sí es pionero en Cataluña.

El proyecto también es innovador porque se trata de una comunidad dinámica, es decir, una comunidad abierta en la que los usuarios se pueden unir para compartir la energía o salir en cualquier momento, si por algún motivo no les interesa seguir formando parte de la misma.

¿Cuántos integrantes existen actualmente? ¿Existe previsión de que se incorporen más miembros?

Actualmente, en la Comunidad Energética Can Forns hay 20 usuarios y la previsión es llegar a 30 miembros. Los usuarios son principalmente particulares y pequeños negocios que han visto la ventaja de poder conseguir un ahorro en su factura, a lo que se añade el hecho de hacerlo mediante energía verde y de proximidad.

Pueden unirse todo tipo de usuarios, tanto particulares como empresas y comercios. De hecho, los comercios y las empresas de servicios son los clientes más interesados en esta modalidad de generación de energía de proximidad, ya que de acuerdo con su patrón de consumo pueden obtener un mayor ahorro que los particulares, al aprovechar las horas en las que hay más producción solar.

¿Existe alguna limitación en el número de miembros, distancia, etc. de una comunidad energética?

La primera limitación es de tipo legal. Según la legislación actual, de momento solo pueden pertenecer a una comunidad energética los usuarios que estén situados en un radio de 500 metros en torno a la planta de producción, aunque se está intentando ampliar esta distancia.

La otra limitación es técnica: cada planta tiene una potencia limitada a repartir, por tanto el número de miembros está restringido a este máximo. Por ejemplo, en la Comunidad de Can Forns tenemos una potencia instalada de 30 KW y la previsión de llegar a 30 miembros con 1 KW por cliente.

Este reparto es adecuado para usuarios particulares, pero para los negocios puede quedarse corto.

¿Es necesario realizar alguna inversión o pago mensual para pertenecer a la comunidad energética?

Desde Elecsum proponemos dos modalidades a los usuarios que quieran sumarse a la Comunidad Energética Can Forns. Al tratarse de una prueba piloto de un sistema poco conocido por el público en general, hemos potenciado principalmente la modalidad “Siempre Ahorras”. En esta modalidad el usuario no debe pagar nada por pertenecer a la comunidad energética, pero debe ceder parte del ahorro que ha obtenido en la factura. Por eso decimos que no tiene coste y genera un ahorro directo. Se habla mucho del ahorro que proporciona el autoconsumo, pero también hay que explicar que antes debe realizarse una inversión inicial. En la modalidad “Siempre Ahorras” no hay que hacer ninguna inversión inicial.

La otra modalidad requiere pagar una cuota por tener acceso a la potencia generada por la planta. En este caso, el 100 % del ahorro obtenido con la energía generada que le corresponde es para el usuario, pero dependerá de su patrón de consumo que ahorre más o menos. Esta modalidad está dirigida a las empresas y negocios, que tienen una mayor demanda energética.

¿El autoconsumo compartido es la mejor fórmula para impulsar la producción fotovoltaica?

Es una buena fórmula sobre todo en la trama urbana. En casas aisladas se puede realizar autoconsumo individual, y también existe la posibilidad de compartir la energía con otros usuarios cercanos que tengan patrones de consumo diferentes, pero a nivel legal y técnico a veces resulta complicado.

Lo que está claro es que el autoconsumo es la forma más eficiente de generar energía en proximidad y aprovecharla, ya que no requiere transporte, se evitan las inversiones en la red eléctrica y también las pérdidas de energía en la distribución, que de media superan el 12 %.

Otro aspecto a destacar del autoconsumo es que cumple con el doble objetivo que persigue la transición energética: aprovechar las energías renovables y hacer que la sociedad pueda participar.

¿Es adecuado el marco legal existente en nuestro país para este tipo de iniciativas?

Es un buen marco legal, aunque hay quien cree que resulta insuficiente. Es cierto que faltan por desarrollar algunos aspectos, pero si hace cinco años nos hubieran dicho que tendríamos este marco legal para impulsar el autoconsumo en nuestro país, sinceramente no lo habríamos creído posible.

Cabe recordar que, como todas las sociedades avanzadas, en nuestro país estamos inmersos en un proceso de transición energética. Por tanto, es una buena regulación para empezar a dar los primeros pasos, pero tendrá que mejorar a medida que aprendamos más y la tecnología se desarrolle.

A nivel institucional, ¿hay suficiente apoyo a estos proyectos? ¿Qué podría mejorarse?

Actualmente, el gobierno español está dando un impulso muy importante a las energías renovables en general y el autoconsumo en particular. La Generalitat también lo está promoviendo, pero le toca jugar el papel más complicado, que son los trámites de autorización de las instalaciones. Con un sistema garantista y unos requisitos de calidad del suministro tan elevados como tenemos en nuestro país, a veces estos trámites resultan algo complejos.

¿Qué papel ha tenido Elecsum en la creación de la Comunidad Energética de Can Forns?

Elecsum ha realizado la inversión inicial en la planta solar fotovoltaica y se encarga de gestionar la Comunidad Energética, además de conectar a los usuarios a la planta de producción. También lleva a cabo todos los trámites con la distribuidora y ofrece a los usuarios acceso a la Elecsum App, que les permite realizar un seguimiento horario de la producción y el consumo eléctrico de la comunidad. Además, nos encargamos de difundir la iniciativa para sumar a nuevos usuarios interesados en participar.

¿Cuáles son los objetivos o planes de futuro de esta comunidad energética?

Esta es una comunidad muy especial porque nos sirve de prueba piloto en muchos aspectos.

En primer lugar, a la hora de definir cómo gestionar la incorporación de usuarios, así como la gestión posterior de las altas y bajas dentro de la comunidad. Recordemos que es algo que nunca se había hecho antes, por lo tanto estamos abriendo un nuevo camino que después podrán seguir otras comunidades.

Otro aspecto en el que estamos innovando es el reparto de la energía generada entre los usuarios. Actualmente, trabajamos con algoritmos propios que nos permiten aplicar coeficientes de reparto fijos anualmente y hora a hora (siempre se entrega la misma energía al usuario).

En el futuro implantaremos una nueva tecnología para realizar los repartos dinámicos e inteligentes con el fin de poder cambiar la cantidad de energía entregada a los usuarios en cada momento, dependiendo de si tienen o no consumo, y hacerlo con las máximas garantías, tanto para usuarios como para el gestor del sistema. Nuestra experiencia en proyectos anteriores como ElectraFlex nos será de gran utilidad en este aspecto.

Nuestro principal objetivo es que la Comunidad Energética Can Forns dé un buen servicio que demuestre las ventajas de un modelo de este tipo, además de servir como plataforma de innovación y aprendizaje para ofrecer mejores servicios energéticos a los usuarios en otros ámbitos.

¿Está previsto poner en marcha más proyectos de este tipo por parte de Elecsum?

Sí, ya tenemos en funcionamiento muchos proyectos de autoconsumo solar fotovoltaico, tanto de particulares como de empresas e industrias. La experiencia de la Comunidad Energética Can Forns nos está situando como referentes en este modelo innovador de autoconsumo compartido abierto.

Esto permite que, sin haber realizado ninguna promoción comercial, ya tengamos más de 30 solicitudes para implantar comunidades energéticas similares, sobre todo de ayuntamientos y otras administraciones públicas, pero también de comunidades de propietarios, asociaciones o agrupaciones de particulares.

Estamos iniciando una revolución energética imparable y seguro que llegarán más nuevos proyectos.